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PRINCIPIOS DE LA LUCHA EN PILMAIKEN - Willimapu, Julio 2019


El 30 de junio del 2009, la Dirección Ejecutiva de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), aprobó un permiso ambiental para el proyecto Central Hidroeléctrica Osorno (Resolución Exenta N°2744). Este proyecto, al igual que los ya aprobados (como las centrales Los Lagos y Rucatayo) interviene directamente en la cuenca del Río Pilmaiquen.


Como Pueblo Mapuche, preexistente al Estado Chileno, con respecto al proyecto hidroeléctrico “Osorno” y “Los Lagos” de la empresa Estatal Noruega , sostenemos que es inconsulto, unilateral e ilegal y que constituye en los hechos una actitud maquiavélica de hacernos desaparecer para siempre de nuestro territorio que nos legaron nuestros ancestros. Lo anterior se confirma al observar que el Estado de Chile históricamente ha negado la justicia al Pueblo Mapuche, en un comienzo a través de asesinatos, vejámenes y despojos que dejó la mal llamada “Pacificación de la Araucanía”, y en la actualidad aquello se manifiesta y se da en los hechos en los despojos de tierras hacia el mapuche por parte de particulares y empresas transnacionales, como las forestales y centrales hidroeléctricas, las cuales arrebatan el territorio y junto con ello los “eltun” y los “guillatuwe”, espacios ceremoniales sagrados que permiten la supervivencia y proyección de nuestra cultura Mapuche Williche.


Este es el caso del proyecto “Central Hidroeléctrica Osorno” y “Los Lagos” de la empresa Estatal Noruega aprobado por la CONAMA, con los cuales quieren intervenir nuestro Rio Pilmaiquen y el Complejo Cultural Espiritual Sagrado “Ngien Mapu Kintuante”. Es inconsulto, ya que no se realizó la consulta previa e informada a las personas directamente afectadas (en este caso familias mapuche-williche de la zona), por la misma razón, es unilateral, ya que una parte estuvo ausente a la hora de aprobar dicho proyecto energético.

La ilegalidad del mismo, se da en los hechos al desconocer:


- El Tratado de Trapiwe de 1825, vigente en la actualidad, que reconoce la soberanía de la Nación Mapuche al sur del río Bío-Bío.

- La Constitución Política del Estado de Chile de 1980.

- Ley indígena N°19.253 de 1993.

- Ley de monumentos nacionales N°17.288

- El Convenio 169 de la O.I.T. que reconoce y recoge el espíritu del tratado de Trapiwe de 1825, y que establece el derecho de “autodeterminación de los Pueblos”.

- Asamblea de Naciones Unidas en relación a derechos de pueblos originarios.


El Estado de Chile y sus sucesivos gobiernos de turno desde la vuelta a la democracia, han pasado a llevar dichos marcos jurídicos y tratados internacionales con la finalidad de favorecer intereses de privados y trasnacionales.


Las familias lepuneras, y sus autoridades ancestrales: lonko, machi, lawentuchefe, werken, nguillatufe, y las familias mapuches huilliche afectadas por el Proyecto hidroeléctrico Osorno de los sectores Carimallin, El roble-Carimallin y Mantilhue, y de todo el pueblo Mapuche Williche rechazamos tajantemente el proyecto “CENTRAL HIDROELÉCTICO OSORNO” y “CENTRAL HIDROELECTRICO LOS LAGOS” como así también cualquier solución y medida de compensación y mitigación que presente la empresa Estatal Noruega frente a la alteración y destrucción de nuestro rio Pilmaiquen y del Complejo Religioso y ceremonial Ngien Mapu Kintuante. Tal rechazo responde a la filosofía, y sobre todo a la religiosidad del mundo mapuche, cuyos elementos naturales y sus agentes espirituales se encuentran interconectados, los que desaparecían por completo con la instalación de estos megaproyecto energético, ya que afecta y atenta contra:


- El Azmapu: sistema de normas y de control jurídico ancestral mapuche.

- Itrofill Mongen: biodiversidad, equilibrio y armonía natural de todas las formas de vida en el mundo mapuche.

- Küme Mongen: bienestar espiritual, físico y entorno medioambiental mapuche.


El Rio Pilmaiquen es un Complejo Religioso y Ceremonial junto al Ngen mapu Kintuante en su conjunto, interrelacionado y en forma natural e inalterable, cumple su función ancestral de PROTEGER EL TERRITORIO MAPUCHE WILLICHE PRECORDILLERANO DE LA COMUNA DE RIO BUENO; fortalece la identidad y el arraigo cultural; fomenta la unidad identitaria y el sentido de pertenencia; refuerza la cohesión social y la buena convivencia. Por lo tanto, es inadmisible cualquier alteración a la forma natural en la que ha permanecido desde que se formo nuestro planeta tierra. ES LA NATURALEZA MISMA LA QUE PUEDE MODIFICAR ESTOS ESPACIOS Y EN NINGUN CASO EL SER HUMANO…


Contar la historia de la resistencia del Pilmaiquen es contar la historia de los lof ancestrales, es hablar de linajes Mapuche Williche como los Mafil ,Cumillanca, Queulo, Antillanca, Marriao, Anchil, Malpu entre otros. Es contar las historias de los despojos que se llevan a cabo a fines del siglo XVIII (1794) y se suceden por todo el siglo XIX y gran parte XX. .En el siglo XIX el Estado Chileno impone a sangre y fuego la política de reducción territorial despojando a nuestros antepasados de las tierras antiguas e impone por acción y omisión la colonización alemana. Son los Shwaner, Grob, Wehren, Fushlocher, entre otros, los que se benefician de esta apropiación indebida de riquezas lo que produce un enriquecimiento ilícito por la vía del despojo, la piratería y el bandidaje.


Muchos de nuestros antepasados fueron expulsados de los bordes del Río Pilmaiquen que es donde se ubica al complejo cultural y espiritual sagrado Ngien mapu Kintuante, el Estado les permitió mantenerse reducidos en los bordes del río Chirre (títulos de merced del Roble Carimallin). Algunas familias mapuches se mantuvieron reducidas en Maihue- Carimallin viéndose obligados a vivir y trabajar para los usurpadores. Además, el Estado acompaña esta política con instalación de puestos de avanzada de policía militarizada, la Escuela winka, diversas iglesias cristianas y expendios de bebidas alcohólicas. En consecuencia a la reducción del mapuche williche se nos impone, además, la chilenización para terminar de someternos definitivamente.


Sin embargo, nuestros ancestros dan continuidad a la resistencia como Pueblo libre y, se las ingenian para seguir realizando el Lepun, Nguillatun, llellipun manteniendo la antigua organización autónoma de lo sagrado. Es así como nuestra existencia esta intrínsecamente asociada a la existencia del Rio Pilmaquen y del complejo cultural, espiritual sagrado Ngien Mapu Kintuante. Es precisamente en este complejo, espiritual ancestral sagrado y el Pilmaiqen, donde convergen los diversos lof existentes hasta la cordillera: Mantilhue, el Caulle, Boquial,el Roble- Carimallin, Maihue- Carimalin, Lumaco - entre otros - para mantener y dar continuidad al ser mapuche, a nuestra religiosidad y cosmovisión. Consecuentemente la existencia de estos elementos culturales mapuche ha sido y seguirá siendo el principal elemento aglutinador en lo espiritual, lo cultural y lo político de nuestra Nación.


El conflicto existente entre las comunidades de nuestro pueblo Mapuche Williche y el Estado invasor, colonialista noruego se da en contexto de la escalada privatizadora que encarna este nefasto modelo capitalista neoliberal cuyo origen se remonta a la Dictadura fascista de extrema derecha del general Pinochet. Posteriormente, los sucesivos gobiernos de la concertación por 20 años no sólo continúan aplicando dicho modelo sino que lo perfeccionan y profundizan en contra de los intereses de los sectores populares.


En Chile existen evidencias concretas de cómo el Estado, los gobiernos de turno y su clase política potencian el modelo económico de forma criminal dando carta blanca al capital transnacional e imperialista para sobreexplotar y depredar nuestro territorio, a los habitantes y a las ancestrales culturas. Es el caso de los hermanos Pehuenches de Ralco, en el Alto Bío-Bío, quienes sufrieron en carne propia el malón político militar, organizado y ejecutado por el Estado chileno, que redujo de un plumazo su existencia y cosmovisión a sólo una postal. Hasta ahí llegó el doble discurso de la Concertación que, por un lado, nos hablaba de “el nuevo trato con las culturas indígenas de Chile”, cuando por otro lado colocaban al servicio de la transnacional imperialista Endesa España todo el aparataje jurídico, político y represivo del Estado para arrebatar el territorio a los pehuenches. Las turbias maniobras que el Estado chileno implementó se conciben dentro de la idea de que el “fin justifica los medios”. De esta forma montan operaciones encubiertas ofreciendo baratijas, haciendo falsas promesas a los comuneros pehuenches. Después, cuando se insinúa la resistencia y defensa del territorio mapuche liderados por sus lonko, werken, machi entre otros, se montan campañas comunicacionales para descalificarlos tildándolos de “extremistas, subversivos, terroristas infiltrados”. Total en esta guerra sucia todo vale y la norma es siempre descalificar y negar toda representatividad a las autoridades ancestrales que osan alzar su voz para oponerse al genocidio. Bajo amenaza los más débiles son reducidos con contratos unilaterales en mano que firman para aprobar la construcción de la represa que significa el exterminio de la cultura Pehuenche. También se aplica la política de “dividir para gobernar” donde se valida la traición, la delación y el soplonaje. Ese es el “arte de hacer política” como llaman a sus maniobras la clase política; dignos herederos de los encomenderos, dignos herederos de los conservadores de 1830. Para ellos lo que realmente importa es que el “indio” se someta, es decir, sea un buen indio. Sustentan la idea que el “indio” se someta por las buenas o por las “malas”.


Parafraseando a Luis Advis en la Cantata Santamaría de Iquique “a ustedes que ya escucharon la historia que se contó, no sigan allí sentados pensando que ya paso. Quizás mañana o pasado o bien en un tiempo más a la historia de Ralco del alto Bio- Bio se vuelve a repetir una y otra vez”. El conflicto del del rio Pilmaiken y complejo cultural y religioso ngien mapu Kintuante no es la excepción. Así como en Ralco, hoy se cierne sobre nosotros todo el poder genocida del Estado terrorista chileno y Noruego.


En la actualidad el winka opresor como antaño usa el malón político militar, asaltando y robando al mapuche. Cientos de policias militarizados invaden tierras sagradas, pisoteando creencias, burlando la fé del mapuche, golpeando y torturando hasta lograr desalojarlos de lo propio. Ante la legítima acción de recuperación territorial de nuestro Rio Pilmaiquen y complejo espiritual Ngen Mapu Kintuante, el Estado genocida Chileno ha dado orden a su fuerza pretoriana o moderna Gestapo (Fuerzas Especiales de Carabineros de Chile, GOPE y PDI , ERTA) de desalojar por la fuerza a los valientes kona. La política de guerra sucia ya está en marcha. Los spots publicitarios para criminalizar y aplastar la justeza de nuestra lucha están sobre los despachos de los canallas. Los medios de comunicación serviles se aprestan a crear el clima distorsionado los hechos, ocultando las profundas causas que encarnan la reivindicación territorial de espacios sagrados que gatillan la resistencia inclaudicable como nación pueblo mapuche.


Los operadores políticos del Estado chileno coludidos con los capitales trasnacionales están aplicando todos los principios de la guerra sucia para intentar destruir el legitimo movimiento de resistencia mapuche operando desde “dentro hacia afuera”. Intervienen desde fuera especialistas que se apoyan en dirigentes vecinales winka y mapuches evangélicos (que reniegan de sus propias creencias), creando organizaciones jurídicas afines a sus objetos.


Hacemos plenamente responsables a las autoridades de turno, a sus asesores y a Empresa Estatal noruega Statkraft de las consecuencias que se deriven del hecho de no atender a las demandas de nuestra nación pueblo mapuche, en particular, de las comunidades en conflicto del Pilmaiquen. Vamos a velar para que nada quede en la impunidad.


Denunciaremos en todas las instancias internacionales al Estado de Chile, porque éste no respeta ni aplica el derecho internacional vigente. Existen evidencias claras e irrefutables que habría autoría intelectual por parte del Estado chileno y de la criminal Empresa Estatal noruega Statkraft tras las maniobras de dividir a los comuneros, de vulnerar los derechos humanos del Pueblo Mapuche, de provocar un crimen de lesa humanidad frente al conflicto planteando por la construcción de las centrales “Osorno”, Los lagos y Rucatayo. Son las autoridades políticas de este Estado a los que hacemos plenamente responsables frente a cualquier desenlace con imprevisibles consecuencias.


Ahora es en el territorio del Pilmayken, como en otro tiempo fue en el Alto Bio-Bio, donde el Estado chileno y el capital transnacional se aprovechan y explotan las grandes necesidades de nuestra gente pobre y humilde lo que es una afrenta a la dignidad de todo ser humano. Lo anterior deja en clara evidencia el abandono histórico a que se ha sometido a nuestros hermanos llevándolos a vivir una doble discriminación: vivir discriminado por ser mapuche y, vivir discriminado por ser pobre y sometido a vicios como el alcoholismo.


El empobrecimiento de nuestro pueblo nación mapuche williche es producto del sistemático despojo de territorio de que hemos sido objeto por la política pro imperialista del Estado chileno. Aquí se puede inferir como el Estado y la transnacional Empresa Estatal noruega Statkraft se coluden, pre meditadamente para provocar un posible enfrentamiento fratricida entre comuneros, ante lo cual, podríamos estar en presencia de una asociación ilícita terrorista (si hacemos una lectura con la propia ley winka con que se nos busca someter).


Los “Cornelio Saavedra” modernos de hoy vuelven con su ejército de lacayos represores, cuentas de vidrio y varias chuicas de vino para hacer el último despojo a nuestra nación pueblo: “primero vinieron a despojarnos de nuestras tierras, hoy vienen a despojarnos de nuestra agua (río Pilmaiquen) y de nuestros espacios sagrados”. Así como están dadas las cosas nos asisten sobradas razones para que apelemos al principio de “rebelión popular”, que es un llamado a la rebeldía contra las injusticias de todo orden, un llamado previo a la unión. Es un llamado a todo mapuche consciente de la realidad actual del Pueblo, para defender nuestro territorio, cultura, cosmovisión, ya que toda vez en Chile se cierran para nuestra nación, toda posibilidad de solución justa y democrática al derecho de recuperar el territorio en dignidad, respeto, independencia y autonomía.


¡CON LA FUERZA DEL ÑEN KINTUANTE Y EL VALOR DEL TOKI KALLFULIKAN!

¡FUERA LAS REPRESAS DEL RIO PILMAIKEN!

¡¡MAPUCHE WILLICHE A DETENER EL SAQUEO CAPITALISTA QUE DEPREDA NUESTRO TERRITORIO SAGRADO!!

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